Purifica el Aura de envidias, Mal de Ojo, Larvas Astrales y Espíritus Oscuros. Cuando lo añadimos al agua del baño nos ayuda a despojarnos de cualquier negatividad –fortaleciendo el Aura-. Cuando lo quemamos como sahumerio, aleja la mala suerte, saca la ruina de una casa y propicia los negocios.

Las curanderas cristianas lo queman rezando una salmodia sencilla: “ Romero, Romero, que salga lo malo y entre lo bueno”. Mientras se quema se va recorriendo la casa y luego se ventila bien para que salga lo malo. Esto se puede hacer una vez al año o cuando lo consideres necesario. Otra fórmula que practican para proteger la salud, son las cruces protectoras . Para esto siguen un ritual concreto: en Viernes Santo o Navidad, hay que pararse ante una mata viva de Romero.

A continuación se reza el Padre Nuestro (o cualquier oración positiva) y se cortan las ramas. Luego se hace una cruz de brazos iguales atada con lana roja y se pone debajo del colchón de cada cama. Esto protege de enfermedades y negatividad a los habitantes de la casa. Al año se quitan las cruces, se queman en el exterior y se renuevan. El Romero también mejora las relaciones profesionales y amorosas.

Las flores se incluyen en saquitos de amor y fidelidad -para que el marido no se vaya con otra-. Para esto se han de poner dentro de un saquito de tela verde, junto a un mechón de sus cabellos y una pizca de sal. Se cuelga en la cama del matrimonio o debajo del colchón. Esto trae paz marital y alegra el corazón. Si ponemos una rama fresca de Romero bajo la almohada y respiramos su aroma antes de dormir, alejamos las pesadillas.

De todas las hierbas de la cuenca mediterránea, el Romero es la que más se utiliza porque es la más conocida. Es un buen purificador y ayudante mágico. Con él se preparan alcoholes de friegas para calmar los dolores, champús para el pelo y aceites de masajes. Su poder es fantástico y no debería faltar en tu ajuar de bruja.