La "Piedra del Sol" (también llamada "heliolita" -helios /sol, lita-piedra), es un feldespato compuesto por aluminosilicato de sodio y calcio. Es un mineral poderoso y luminoso, que equilibra nuestras energías. Asociada al sol por excelente, esta piedra activa los chacras del plexo solar y también el de la corona.

Esto hace que su vibración active nuestra luz y verdad personal. A lo largo de la historia esta piedra ha atraído a distintos sabios, creyentes, científicos y magos. Se asoció a los dioses solares por su color y brillo (y sus motas cobrizas). Los vikingos la asociaron al valor que es necesario para ser uno mismo y encontrar el cielo personal.

En la antigua Grecia se relacionó con el dios sol y concedía fortuna, prosperidad y larga vida. Con ella se confeccionaron joyas, amuletos, pulseras y dijes. Antiguamente conocida como la “piedra de las estrellas”, la piedra de sol debe su nombre actual a su brillo particular, que recuerda al del sol. Fue en 1801 cuando el mineralogista francés Jean-Claude Delamétherie la bautizó. Pertenece a la familia de las oligoclasas, del grupo de los feldespatos.

Los colores marrón, naranja, cobrizo son sumamente atrayentes. Incluye trozos cobrizos metálicos, producidos por la hematites o goethitas. Estas partículas reflejan la luz. A nivel energético esta composición favorece la energía vital del ser, la toma de conciencia, la claridad, la verdad, la iluminación.

Por supuesto que estas virtudes no siempre son bien acogidas en nuestro ser, sobre todo si vivimos en una nuble de autoengaño, oscuridad, mentiras, irrealidad. Por estas cualidades, se recomienda cuando queremos encontrar nuestra verdad (interna y externa), acelerar nuestra evolución, descubrir quiénes somos y qué queremos.

En este sentido, la piedra sol activa su luz y ayuda a descubrir qué siente y qué quiere ser. Cuando tomo la piedra sol entre mis manos, siempre siento una energía extraña que a veces parece bioeléctrica. Esto es así porque los minerales incluyen energías poderosas que activan y potencian nuestra vitalidad. Si estoy viviendo momentos oscuros, difíciles, etc., entonces la piedra "me obliga" a conectar con mi verdad y mi auténtica esencia.

Entonces es cuando puedo tomar la piedra de nuevo y llevarla sin incomodidad. Si medito con ella ante mi altar, pongo algunas velitas para activar la energía y recordar que <<ya soy luz>>. Este ejercicio es recomendable realizar una vez a la semana, sobre todo cuando sintamos que nos alejamos de nuestra auténtica esencia.

En este sentido la piedra sol nos recuerda que sólo podemos llegar al cielo personal (felicidad), si aceptamos qué somos, y entramos en coherencia a nuestro interior. Para lograr esto necesitamos ser valientes, sinceros, justos, compasivos.

También necesitamos expresar lo que sentimos, realizar cambios saludables y poner orden en nuestras vidas. Entonces es cuando la piedra sol derrama su poder sobre nosotros. La piedra sol irradia energía, luz, clarifica la mente. Aleja la melancolía, la tristeza y la depresión. También disipa los bloqueos mentales para que podamos sacar a la luz lo que somos. La fuerza solar de este mineral es perfecta para activar la confianza en uno mismo.

También trae suerte, pero comprendiendo que la suerte la creamos nosotros mismos. Cuando está alineado a su propio ser y es coherente, entonces puede dedicarse a lo que le gusta y la luz le guía. Como se puedes imaginar esta piedra es extra ordinaria, pero ha de saber entender su mensaje para que le ayude.

Si la coloca en su negocio, le hará ver los fallos, lo que ha de hacer. Si su profesión no es la correcta (según su verdadera esencia), hará que tome decisiones y cambie de rumbo laboral. Si la pone en su dormitorio marital pero no es feliz, la piedra activará la verdad de lo que siente para que actúe. Si la pone en tu gabinete de Tarot, hará que no esté cómodo hasta que digas la verdad de lo que ve.

En este sentido puede dársela al consultante para que la sujete en las manos, si sospecha que no es sincero. También puede regalársela a hijos o familiares, que se reconecten a su verdadera esencia. Si hay una piedra que activa la verdad interna es esta. Al igual que la Piedra Volcánica o la Obsidiana Negra, la piedra sol es una aliada de la evolución, justicia, coherencia, verdad.

A nivel emocional esta piedra corta los lazos tóxicos, apegos insanos, enganches amoroso y sexuales dañinos, etc. Ya sean enganches de pareja, maridos, esposas, familias tóxicas, apegos a hijos, etc., la piedra ayuda a soltar. Corta vínculos de forma saludable, haciendo que volvamos a nosotros.

Ayuda a decir “no”, cuando es necesario y realza el valor. La dependencia emocional es purificada con su gracia, disipando esos miedos al abandono. En este sentido es una gran alidada de limpiezas energéticas profundas.

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