La Piedra Consejera es una piedra natural encontrada en el campo. Es una piedra recogida después de realizar una conexión con la Madre Tierra y los espíritus del lugar. Cuando establecemos la conexión espiritual con la Tierra y los espíritus, las piedras responden y actúan como templos o anclajes del espíritu. Esto es así porque las piedras se convierten en aras (o altares) para los espíritus. Un espíritu no tiene materia pero la piedra sí. De modo que la piedra sirve como anclaje para que el espíritu pueda trabajar en esta dimensión.

La Piedra Consejera sirve como soporte para que los Espíritus Colaboradores puedan ayudarte. También sirve para hacer meditación, agradecer y sentirse conectado al más allá. Aunque no lo parezca, las piedras sencillas encierran mucha magia en su interior. Puede que no sean tan vistosas como las piezas de joyería pero lo cierto es que con ellas podemos crear vínculos espirituales magníficos. Se dice que la Piedra Consejera nos escoge. Es ella la que decide venirse con nosotros para ayudarnos en estos momentos de nuestra vida. Si una piedra te escoge y decide ser su aliada, lo sabrás porque sentirás un magnetismo hacia ella, imposible de resistir.

Aquí tienes una Piedra Consejera y los ingredientes e instrucciones que necesitas para activarla. Cuando activas tu Piedra Consejera, esta se convierte en altar para los espíritus. Entonces (si ellos lo deciden), la piedra cambia, muestra rostros y estos son los espíritus. Cuando los espíritus aparecen en tu piedra, entonces cuentas con su ayuda, puedes invocarlos, encomendarles tu petición y darles las gracias por su ayuda.

La Piedra Consejera tiene muchos servicios útiles. Puedes adoptarla como piedra protectora en tus viajes, entrevistas de trabajo, firma de papeles o proyectos. También puedes llevarla en el bolso (en una bolsita de tela) cuando visites lugares de poder. O quizá quieras incluirla en tus rituales devocionales y rezos para que te ayude. Teniendo en cuenta que esta es tu piedra amiga, no hay razón para no incorporarla en tus prácticas diarias y sentir su poder.

Si necesita orientación y guía, puedes poner la piedra bajo la almohada o en tu mesita de noche. Puedes tomarla entre las manos antes de dormir y dejar que te cuente su historia. También puedes pedirle ayuda en un momento de necesidad. Pedir ayuda a la piedra es parecido al trabajo que hacen los devotos cuando conectan con su guía espiritual.

Si quieres tenerla como confesora , puedes mirarla y contarle tus problemas. Hay brujas que rezan a las piedras del mismo modo que lo harían a un dios o entidad. Como las piedras vienen de la Tierra y la Tierra es una manifestación del Espíritu, las ven como antenas conectoras con el más allá. Para eso ponen sus manos sobre la piedra, rezan y conectan.

Si eres de los que te gusta escribir notas con tus proyectos o peticiones, puedes escribir el problema o aquello que necesitas solucionar en un papel, colocarlo bajo la piedra, tocarla y susurrar tu petición. Esta técnica es fantástica para enviar mensajes a los Espíritu Colaboradores y nos ayuda a encontrar soluciones de lo más acertadas. Te diré, que cuando hago este ritual, coloco un papel con mi petición debajo de la piedra. Concentro mis pensamientos y le explico lo que me preocupa. Luego me olvido del problema y dejo que los espíritus cumplan su función.

He comprobado que hacer esto -en paz y confianza-, acelera la solución. La clave está en relajarte y dejar de querer controlar la situación. A menudo las personas queremos controlar todos los detalles de nuestra vida y esto hace que bloqueemos nuestro avance. Esto ocurre cuando tenemos miedo o nos sentidos desconfiados.

A menudo pensamos que si dejamos de controlar la situación, nuestra vida se irá por el desagüe. Pero esa misma actitud bloquea la solución. Si quieres intentar este ejercicio escribe su petición y pídele ayuda a los espíritus a través de la piedra. Siente que tu mensaje ha sido enviado y confía en que todo irá bien.

Otra técnica que puedes usar consiste en poner sobre la piedra una velita pequeña para iluminar la petición. Combinar la piedra con el poder activo del fuego, despierta el mineral y lo hace trabajar. Cuando uso mucho este sistema y siento que la piedra responde, le enciendo otra vela de agradecimiento. Para eso quito los restos de cera anterior, pongo la vela y le doy las gracias por su ayuda.

A lo largo de los años he usado distintos métodos para trabajar con la Piedra Consejera. La he usado sola, acompañada de velas, peticiones y ofrendas. Y he comprobado que es una gran trabajadora. Más de una vez puse la piedra sobre el altar, encendí las velas y el incienso, me concentré y proyecté mi petición a través de ella. Al hacerlo sentí que la Gran Madre y los Espíritus Colaboradores me escuchaban con más atención. En este sentido la piedra actúa como un punto de conexión con el otro mundo. Nos ayuda a trascender y eso es precisamente lo bueno de la piedra.

Algunas brujas dibujan en su piedra un símbolo sagrado para personalizarla y distinguirla de las demás. Otras prefieren dejarla tal cual la encontraron. A mí personalmente me gusta dejar tal cual, pues si un espíritu decide expresar su presencia a través de la piedra, lo hará. Usar las piedras como soportes mágicos y espirituales es maravilloso.

Muchas religiosas antiguas usaron las piedras como sedes para representar lo divino. Las piedras que han recibido mucho culto son especiales por esta razón. Como han acumulado mucha devoción y trabajo mágico, tienen mucho poder y es por esto que son muy valoradas. Los dólmenes y menhires de Europa, la piedra de La Meca y el Pilar de la catedral de Zaragoza, son un ejemplo.

En las religiones africanas las piedras también sirven como soportes para que las energías divinas nos ayuden. Se sabe que las primeras representaciones de los dioses africanos fueron hechas con piedras y actuaban de esta forma. No eran piedras talladas, sino piedras naturales tratadas de forma ceremonial. Hoy en día este sistema sigue utilizándose por los sacerdotes Yorubas, y lo cierto es que detrás de esta creencia hay un poderoso vínculo.

Cuando el sacerdote recoge las piedras que representarán a los dioses, lo hace buscándolas en lugares estratégicos -como pueden ser el mar, el río o el monte-. Se piensa que cada lugar tiene su propia energía divina y está asociado a un dios concreto. Luego se lava la piedra con agua de plantas y se presentan ofrendas para que la energía espiritual “se asiente” en la piedra. Con el tiempo la piedra acumula energía vital y sirve de conexión con los dioses (y espíritus).

Te diré, que cuando la energía espiritual se concentra sobre una piedra, esta modifica su estructura molecular y muestra el rostro de los espíritus que nos asisten. Esto ocurre cuando el espíritu se asienta en la materia de la piedra, y entonces esa piedra es especial o sagrada.

Se dice que la Piedra Consejera está con nosotros hasta que cumple su tarea. Cuando se rompe o se pierde es la señal de que terminó su trabajo con nosotros. Si te ocurre esto, tal vez te sientas triste, pero no te atormentes por ello. Medita sobre la situación y analiza si tu piedra te abandonó porque algo cambió en ti y necesitas encontrar otra piedra. Si se partió sin razón, considera que tu piedra te protegió de algún mal enviado a tu persona (ya sea una enfermedad, una carga emocional tóxica o un peligro físico). Dale las gracias por su ayuda, envíale tu amor y devuélvela a la Naturaleza. Obviamente esto sólo has de hacerlo si sientes que su función terminó. Pero si todavía se sientes vinculado a ella, significa que la piedra quiere seguir contigo.

Atención: no mojes tu piedra con agua salada porque si lo haces la dañarás. Aunque el saber popular recomienda lavar las piedras con agua y sal, este sistema es dañino para las piedras. Limpiar tu piedra de vez en cuando está bien, pero si ves rostros en ella y sientes que efectivamente los espíritus la tomaron como anclaje, entonces no debes limpiar la piedra. Simplemente lávala con agua y jabón una o dos veces al año y úntala con aceite (como indico en las instrucciones).

CONTENIDO:

1 Piedra Consejera.

1 Hierbas de Limpieza.

1 Vela Negra.

1 Vela Blanca.

1 Aceite de Magia Blanca.

Instrucciones.

PRODUCTO HECHO A MANO.

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NOTA: debido a que cada piedra es distinta, la que recibas puede diferir de la imagen. Las piedras tienen un tamaño aproximado de 10 cm x 6 aprox.