Es la flor de la santidad en Occidente. Perfecta para invocar al Espíritu y a las Deidades Bienhechoras. Puede incluirse en los aceites santos, lamparillas de ofrenda o colonias protectoras. Muy positiva y elevada. También es perfecta para ofrecerla a los ángeles, santos, maestros ascendidos, guías espirituales, etc. Puede quemarse en el altar o espacio sagrado para mantenerlo unido a la Luz y liberarlo de energía negativa.

Las esencias son el alma de las plantas. En ellas se concentran los poderes de cada especie, y esto permite que puedas usarla en tu magia con éxito.