El aceite esencial de abeto balsámico embotella la felicidad de la temporada navideña y es muy recomendable para usar todo el año. El aceite puede evocar recuerdos de paseos en trineo y tazas de chocolate caliente, pero es más que un simple estimulante del estado de ánimo. Este aceite esencial también se ha utilizado para reducir el dolor, tratar enfermedades y refrescar la casa y el cuerpo. La mayor parte del aceite esencial de abeto balsámico está hecho de terpenos -tanto monoterpenos como sesquiterpenos- que contribuyen a la fragancia distintiva y boscosa del aceite a la vez que proporcionan una serie de beneficios para la salud.

Es antimicrobiano, expectorante, combate los síntomas de la gripe y resfriados. Bueno para la tos y las alergias. También calma los dolores musculares, porque es antiinflamatorio y analgésico. Reduce el hinchazón y aumenta la circulación, permitiendo que los músculos sanen. Cuando se quema en difusores limpia el ambiente, desintoxica el ambiente y mejora la respiración. Se puede añadir a las cremas hidratantes o lociones para conservar la piel (antienvejecimiento y desintoxicante).

Para usarlo en masajes es recomendable diluirlo en aceite base como el de Almendras Dulces, Avellana o Jojoba.